La cita ha contado con la ponencia del experto en terapia familiar Miguel Garrido y la dinamización de ‘Los Salpiñoni’

El Hospital de Santiago ha acogido las Jornadas Profesionales,
El Hospital de Santiago ha acogido las Jornadas Profesionales Infantiles.

El Hospital de Santiago ha acogido la VIII edición de las Jornadas para Profesionales de Infancia que ha versado sobre el bueno humor y el optimismo como herramientas terapéuticas, y ha dado cita a más de 150 personas. Las jornadas están organizas por el área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Úbeda, contando con la colaboración de la Junta de Andalucía y la dinamización de ‘Los Salpiñoni’.

En el acto han estado presentes la concejala de Bienestar Social, Natalia Pérez Merino, la delegada de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Ángela María Hidalgo y el ponente de la conferencia ‘El Humor es algo muy serio’ y experto en terapia familiar, Miguel Garrido Fernández.

La edil de Bienestar Social ha destacado que la ponencia de esta jornada pretendía ofrecer a los profesionales herramientas de éxito a la hora de intervenir en el núcleo de las familias. “Queremos darles las gracias a las personas que se han inscrito”, ha resaltado, incidiendo en que eso es un buen síntoma, puesto que evidencia las ganas de los profesionales del sector en querer conocer nuevas estrategias para conseguir mejores resultados en su plano laboral y lo que es más importante en la resolución de ciertas problemáticas dentro del seno familiar.

Según la experiencia de estas ocho ediciones, ha apuntado la concejala de Bienestar Social, en estas jornadas se crea un ambiente de trabajo muy bueno, en el que se intercambian diversas ideas, que fortalecen y enriquecen el trabajo sobre la infancia.

Así las cosas, la edil ha agradecido a la Junta de Andalucía de Jaén su colaboración en las jornadas, para que un año más fueran un referente provincial, en la que se obtendrán, a juicio de la edil, conclusiones muy fructíferas.

Actuación de los Salpiñoni
Un momento de la actuación de los payasos ‘Los Salpiñoni’.

Trabajo de colaboración
Por su parte, Ángela María Hidalgo ha señalado que el trabajo entre las dos administraciones da como resultado jornadas como éstas, que ayudan a la infancia y las familias, sobre todo aquellas que están atravesando circunstancias difíciles o incluso están en riesgo de pobreza o exclusión social.

Así bien, la delegada, también ha aprovechado para elogiar la trayectoria del ponente y ha resaltado que el sentido del humor y una actitud positiva es muy importante a la de afrontar ciertas circunstancias y situaciones difíciles a lo largo de la vida. “Por parte de la Delegación tienen esa apuesta firme y decidida por las familias de nuestra provincia”, ha expresado.

El humor como herramienta terapéutica
En palabras de Miguel Garrido, estar en la ciudad de Úbeda era todo un placer, ya que es un enamorado de esta tierra. En el 2004, ha destacado, comenzó su formación con los Equipos de Tratamiento Familiar de la Junta de Andalucía y trabajó en diferentes provincias andaluzas, lo que le enriqueció profesionalmente. Por eso, era para él un orgullo poder participar en las jornadas, abordando un tema importante como es mejorar las herramientas de los profesionales.
“Hay muchos profesionales quemados, más después de la Covid, y mucho desaliento en los Servicios Sociales, y para mí es un privilegio venir y aportar mi visión de tantos años de trabajo”, ha expresado. esperando que esta jornada sirviera para lo que siempre defendió con los Equipos de Tratamiento Familiar (ETF), “para que las administraciones den un espacio a los Servicios Sociales y puedan hacer su trabajo mejor”. Estas jornadas fuerón, como ha indicado, “un respiro” para que los profesionales puedan intercambiar experiencias y encontrar nuevas estrategias laborales dentro de su ámbito.

La terapia del humor, ha definido Garrido Fernández, se utiliza desde el respeto y la creatividad, para conectar con el dolor que se puede estar pasando en el momento y superarlo de la mejor manera. En este sentido, ha puesto el ejemplo de la historia del neurólogo, psiquiatra y filósofo Viktor Frank, quien sobrevivió a campos de concentración y las condiciones tan inhumanas que allí acontecían, utilizando el sentido del humor y el optimismo que le caracterizaba.